El cine es
tanto medio de expresión como producto económico, el cine puede ser tanto arte como
producto y mercancía. Hacer una película cuesta mucho dinero, es una empresa
arriesgada para cualquier productora audiovisual sobre la cual no hay garantías de éxito. Puede ser también un
negocio muy lucrativo. Los beneficios pueden ser igualmente altos.
El
capital privado puede subvencionar obras de diferente índole al motivo económico.
Pero… ¿por qué el capital público debe promover obras que no llegan a esa
mayoría de la población que lo está sustentando?
La
necesidad de que el cine sea un producto de masas dado el enorme capital
necesario para su realización es la clave de esa industria, su piedra angular.
Es igualmente cierto que el cine tiene un componente artístico, una gestación
cultural y merece ser protegido e incentivado.
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