Por aquella época decidimos
comprar un par de palas y jugar al ping-pong, o como prefieren llamarlo en
Europa, tenis de mesa. Barcelona es una ciudad bien equipada para la práctica este deporte gracias a la cantidad de
mesas que hay en parques y jardines. Nuestra zona de Barcelona, al lado de la
Sagrada Familia, destacaba en este aspecto. En pocos días descubrimos prácticamente
todas las mesas en un radio de un par de kilómetros y decidimos cuales eran
especialmente aptas para el juego y cuales estaban demasiado castigadas por el
sol.
Según un estudio de la NASA,
el tenis de mesa es uno de los deportes más complejos pues requieren tanto
condición física como reflejos e inteligencia. Los asiáticos han destacado
desde siempre.
Era evidente que la locura había
llegado cuando una madrugada nos encontramos, tres de los cuatro habitantes del
piso, mirando vídeos de tenis de mesa sobre las olimpiadas en Atenas. Nos
fuimos a dormir tan pronto como cada uno adoptó un nombre; Ma lin de
nacionalidad China, Jan-Ove Waldner de Suecia y Timo Boll de Alemania. Eran los
mejores en este deporte.
Barcelona. 23 de Mayo de 2007
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