H.K., de Morvan


(…) “ - Sabes, no me interesan ni las rubias ni las gordas, ni las travestis petardas, ni las enanas negras…No me interesan ninguna de las preferencias sexuales que algunos llaman perversiones. Aunque a mí ninguna me parece perversa si cada uno encuentra en ella su equilibrio, claro que, a veces todo este batiburrillo conduce a la autodestrucción, si su origen es un trauma. Sea como sea, no tengo gustos de ese tipo.
¡No soy homo, ni hetero, ni ninguna otra cosa, pequeño!
 Porque si todavía no te has dado cuenta, soy un cyborng, un simple cerebro clonado introducido en un cuerpo artificial asexuado. ¡Ni siquiera sé si soy macho o hembra!…¡Me parece que soy una síntesis perfecta de los dos, lo que me hace un buen partido a pistones! Y es que en realidad sólo hay algo que me fascine: ¡¡La vida biológica!!”

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