El los libros, y el cine suele haber una narrativa lineal. En los juegos, especialmente en las nuevas plataformas el desarrollo lineal se ha sustituido por reglas diferentes, donde los algoritmos matemáticos han impuesto su propia naturaleza. No se experimenta una línea impuesta, sino que se exploran y compiten en todas sus posibilidades de desarrollo, en un descubrimiento constante que depende de la interacción de multitud de elementos tanto humanos como programados.
Nuestra propia presencia en un juego en línea es abstracta, pero a la ve se produce mediante los sentidos. Es la vieja premisa de que la percepción del objeto se llega a convertir en el objeto mismo. En algún sentido nos movemos de una abstracción a otra de nosotros, de un ser a otro, hasta volver siempre a nuestra realidad intrínseca, que puede llegara considerarse una fase más, también una abstracción. En este nuevo entorno se puede estar y transportar sin tener en cuenta el espacio. Las características de esta topografía solo simulan el espacio-tiempo cotidiano cuando se requieren.
En algunos países puede hablarse de “complejo de ocio militar” en otros puede definirse como “complejo de ocio empresarial” en el fondo aluden a una misma reflexión donde se explica que todo lo que nos rodea se parece a los juegos. Las tecnologías afectan a las culturas y todos los aspectos de la vida en que se desarrolla. Es una extraña corrosión de la realidad por la abstracción del mundo del juego. El mundo real se está transformando así en un enorme juego con reglas diversas y complejas.
Uno o varios jugadores, diferentes objetivos y herramientas varias son elementos con los que se parte en todo juego. Es una puesta en práctica de muy diversas habilidades con un fin lúdico. La idea de apuntar y disparar a algo puede llegar a ser muy gratificante, una manera de resolver ansiedades. Cuanto apunta a un objetivo, eres uno con él y en el momento de destruirlo vuelves a tu propia consciencia.
Una sensación común a todas las sociedades es la de que se nos están ocultando algo y que puede haber formas de desvelarlo. En la metáfora de la caverna de Platón se decía que nos mantiene en esta oscuridad es que la gente compite por premios, de nuevo el tema del juego. Si eres un jugador y juegas, aunque conozcas y sigas las reglas, el juego puede contigo. Puedes jugar como quieras, puedes ir adonde quieras, pero nunca puedes abandonar, ese es el juego de lo real.
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