Poetry: Ordo Templis

Ad astra per aspera en busca del corazón ardiente.
Siéndolo todo, con la voluntad por ley.
Devoradores del tiempo siguiendo el susurro dictado al oído del escribiente.
Regurgitando la clave de sol en tu cara de dios, sin filtros de miradas, sin tapujos de jaulas;
A borbotones.

Solo con la guía canina, con la mirada abierta al paso de la corriente.
El pozo de donde beben los sueños está rebosando.
In the profundis.
Para ser leído en voz alta.
Sin remaches, solo la vomitona del adentro.
Bastoncillos de terapia sin trabajar.

El camaleón sujestionado.
El fácil y voluble enviado, el receptor de los dioses.
El mensajero del corazón ardiente que habla sin emitir sonidos.
El que sueña el sueño de los durmientes.
Y la rueda gira.
Y la casa de los padres de todos está en llamas; está por construir.

En el pozo de las emociones.
La chistera de donde el mago saca algo.
El umbral al que asomarse desnudo, sin esperanzas ni miedos.
El abismo al que adelantar un paso y caer por la madriguera.
Y ser transformado por la negrura abisal.
Y ser recogido por las orejas y levantado hacia la luz.
Y ser mostrado al mundo desnudo.
Y ser la aplaudida desorientación viviente.
Y ser el regocijo y la vergüenza, y el amor y el miedo y el odio, y el miedo y el odio y el amor.
Y todos sus sabores en la lengua rasposa y seca del bebiente del pozo de las emociones.

Son solo volutas retorcidas en el tiempo del pensamiento.

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