El ensayo que Fabrice Revault presenta, posee un fuerte
componente de análisis académico, sin dejar de aludir y presentar una realidad
cinematográfica. La multitud de vertientes que pretende alcanzar, desborda,
como el propio autor admite, las intenciones de un texto modesto pero compacto
y rico. La clasificación que establece desde las primeras páginas para aludir a
diferentes estados por los que la luz ha ido desplegándose, son esenciales; un
clasicismo lumínico precede a un barroquismo seguido de la modernidad.
Los
pioneros del cine, no obstante, si llegaron a explorar con más ahínco las
variedades y riquezas del lenguaje lumínico-visual. Y es que todo se hizo ya
con el cine mudo. Realiza sin embargo, un somero recorrido por la historia de
la iluminación en el cine, salteándola de ejemplos y comentarios sobre la
naturaleza del medio y sus aspiraciones.
- Influencia de los medios materiales en el estilo
Con la aparición de la película pancromática y los arcos
voltaicos se mejoraron notablemente las posibilidades de iluminación. A la
película pancromática no solo le afectaban las radiaciones más cortas de azules
y violetas como a la ortocromática, sino que actuaba ya con todo el espectro
lumínico. La aparición del color supuso el abandono casi definitivo de los
arcos pues su luz azulada no era conveniente. La evolución de las
sensibilidades hasta las actuales 400 y 800 ha permitido tanto la reducción del
equipo necesario como la posibilidad de filmar en condiciones de baja
luminosidad. La mejora de los equipos de iluminación, el aumento del
rendimiento tiene su culmen en los HMI y su 45% de transformación de energía en
luz.
La iluminación clásica, con la mínima utilización de los tres
puntos es la base de la que parte toda iluminación. La legibilidad y la
expresión de sentimientos se fueron refinando y la luz al servicio de la
historia y la narrativa se convirtió en una realidad. La academización, la producción
en serie, las pautas establecidas, el estudio y el control absoluto de la luz
se impusieron con el tiempo.
La tabla rasa moderna con la Nouvelle Vage, el sentido de
una iluminación hasta cierto punto neutra. El cine como ontología, como
explicación y redescubrimiento de la realidad toma entonces impulso. La expresión
del sinsentido de la realidad, la nivelación, la neutralidad en la iluminación
son todas ellas características ya modernas.
Una vuelta al esculpido, al neoclasicismo de los 70-80.
Ahora ya, con las nuevas técnicas y películas, el mundo es accesible a la
iluminación y al cine
- La iluminación como lenguaje
Con el simbolismo del blanco y negro y su paralelismo entre
el mal y el bien, hasta la fuerza de las contradicciones entre la luz y las
situaciones, se ha recorrido todo un camino de películas y épocas de la
historia del cine.
El dramatismo de una luz que apoyaba o reforzaba a la
narrativa. Las expresiones legitimadas y entendidas por el público se fueron
imponiendo y creando un modelo de representación concreto.
La desfiguración que el expresionismo y sus herederos
proponían se alejaba de la realidad aprovechando todos los recursos y
posibilidades de una iluminación artificiosa pero muy efectiva. Deformación de
la realidad está legitimada en pos de la historia y las impresiones.
Luego la arquitectura, el contexto, la fuerza de la
abstracción que puede llegar a suponer. El mundo abstracto del vacío
arquitectónico. Dreyer y sus blancos que reducen los detalles y concentran al
espectador sobre el actor.
La evolución de la luz a lo largo de la película como forma
de expresar la curva dramática tradicional vendría luego. El ritmo lumínico
roto en el montaje. El impacto como forma de explicar la realidad se traslada
al cine de la mano de la escuela rusa de Einsestein, Zdiga Vertov, Pudovkin…
La atmósfera lumínica, la luz envolvente, el humo, la
niebla, las calidades y texturas de la luz todas características que se
aprovecharan de una u otra manera en cada corriente y tiempo.
- La última parte se centra en los aspectos más prácticos de
la producción cinematográfica.
El proceso desde la concepción del guión, hasta la
plasmación en imágenes y la exposición en salas. Los intercambios necesarios
entre diversos departamentos. La problemática de los recursos económicos. Las
localizaciones y las pruebas previas. Los planes de trabajo como herramientas
fundamentales para presupuestar. La decoración y los exteriores. El encuadre,
la iluminación global y la iluminación concreta. El revelado y el etalonaje.
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