SIN CITY, de Frank Miller


(…) “ Entonces voy a la Iglesia, pero no para rezar.
-     ¿Cuáles son tus pecados, hijo?
-    Bueno, padre, no quiero entretenerlo toda la noche, así que sólo le contaré los últimos…estas manos mías están empapadas en sangre. No de verdad, no habría venido sin lavármelas.
-     Hablas figuradamente.
-   Sabía que había una palabra para eso. Es usted muy listo. Yo no lo soy tanto. Cuando necesito averiguar algo, busco a alguien que sepa más que yo, voy y le pregunto. Aunque a veces soy algo bruto. Por ejemplo, esta noche he matado a tres hombres.  Primero les torturé. Usted diría que he estado recorriendo la cadena alimentaria. Los dos primeros eran matones, simples mensajeros…fue Conelly, el contable, el que lo señaló, padre.              -chkchakk- Sabe lo que significa este sonido. Siéntese.
-     ¡Santo Cielo, está en la casa de Dios!
-     Déme un nombre
-     … Roark.
-    ¿Roark? Está abusando de su suerte al intentar colarme un cuento como ese. No puede ser él.
-   ¡Descúbrelo tú mismo, maldito hijo de puta! Hay una granja en el cruce Norte y Lennox. Todo está allí. Descúbrelo tú mismo, y mientras lo haces…Pregúntate si merece la pena morir por el cadáver de una puta.
Vale la pena morir. Vale la pena matar. Vale la pena ir al infierno.
-     Amén.
Hay pocas cosas mejores en esta vida que un cigarrillo cuando hace mucho que no fumas ninguno. Como al salir del cine, o de una Iglesia…he asesinado a un cura.”

No hay comentarios:

SECCIONES