En
el presente, inexplicables oleadas de terror y odio se suceden simultáneamente
en todo el planeta. Están causadas por un mutante recién nacido del que nadie
sospecha. El primer día murieron millones, tras la primera semana, los
supervivientes abandonaron las ciudades.
Tras
cinco años de padecimiento no se ha encontrado oficialmente ninguna explicación.
La vida en los campos de refugiados se controla militarmente y los pocos científicos
que quedan siguen buscando soluciones mientras una secta va ganando adeptos en
su adoración del dolor.
Eme
es un asocial militar traumatizado por la muerte de su mujer y su hija que
sobrevive malamente realizando incursiones arriesgadas en busca de recursos.
Uno de los científicos, el Doctor Kadei, reclama un favor a Eme; Deberá
proteger a Alex, un chaval de 15 años en su viaje hasta el siguiente campamento
pues la secta quiere acabar con él. Kadei solo le pide que lleve a Alex hasta
Anna, una extraña mujer con problemas mentales. Durante este breve viaje, Eme
establecerá cierta amistad con Alex mientras descubre que este chico es capaz
de resistir las oleadas.
Eme
duda en entregar a Alex, pero al final, reticente, le deja en manos de Anna.
En
cuanto salen a acampo abierto, Anna y Alex deberán enfrentarse a un grupo de
exiliados, que Eme, in extremis, logrará reducir. Es entonces cuando Anna le
cuenta que las oleadas las produce un hombre que Alex puede localizar. Su misión
es tratar de eliminarlo.
Tras
librarse de los perseguidores de la secta y sobrevivir a los clanes de rebeldes
llegan a tierras salvajes sin nadie que sepa a donde se dirigen.
Dos
años más tarde, Eme ha aprendido como reducir el efecto de las oleadas y Alex,
ya con 17 años, asegura que se acercan a su objetivo.
Alex
muere inesperadamente por un disparo involuntario en medio de un pulso pero Eme
continuará la búsqueda. Al final, será Eme el que elimina al mutante, un niño
de siete años, terminando así con el mal que asola el planeta.
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